Blog../../../../es/blog/Posts/indexMy BlogThu, 27 Dec 2018 12:43:37 +0100Domestika RSS Sdk_Feed WriterVisita gastronómica de fin de año../../../../es/blog/Posts/show/visita-gastronomica-de-fin-de-ano-844Thu, 27 Dec 2018 12:43:37 +0100Otro año está a punto de irse, y a nosotros nos ha encantado compartirlo con nuestros invitados y huéspedes. Toca renovarse y pensar ya nuestros mejores deseos para el 2019, mientras seguimos disfrutando de la familia y los amigos. La Nochevieja y el Año Nuevo se celebran de manera diferente dependiendo de la zona del mundo donde nos encontremos. Desde los famosos fuegos artificiales en Australia, a la quema de muñecos en muchas partes de Sudamérica, o nuestras 12 uvas en España, las tradiciones para celebrar un nuevo año son incontables. Sin embargo, en todo el mundo siempre predominan las reuniones con los seres queridos y, por supuesto, la deliciosa comida. Por eso, en esta ocasión, desde la Finca Santa Elena os animamos a hacer una excursión de carácter gastronómico para celebrar el nuevo año que entra de mano de las recetas ontinyentinas que preparan sus locales más destacados y sus hornos y pastelerías.La gastronomía de Ontinyent está marcada por los lazos que tiene con el resto de las localidades de la Vall, y comparte muchas recetas típicas con ellas. Además, como ciudad de antiguas e importantes fiestas, cada celebración tiene sus platos tradicionales que se comen en días señalados. Por ejemplo, tenemos la coca de trossos –echa con setas, lomo, tocino, alcachofas…- o la de pimentó i tomaca, típicas de la Feria de noviembre, o el arroz al horno o cassola, como se llama comúnmente en la localidad, que se suele comer en las fiestas de la Puríssima a principios de este mes. Y es que el arroz es uno de los ingredientes estrella de la gastronomía ontinyentina. Por eso, el arròs amb fesols i naps –arroz con alubias y nabos-, es también muy cocinado en el municipio.Para estas fechas, os recomendamos probar especialmente el putxero amb pilota, que se suele servir el 25 de diciembre. Además de verduras como los nabos, los cardos o las zanahorias u otros como el arroz o las patatas, su ingrediente principal son las pelotas de carne, como su nombre indica, hechas de pollo y cerdo, col, perejil, ajo, pan, pimentón y canela. Es un plato perfecto para el frío de estas fechas, pues su cantidad de ingredientes es abundante. También encontramos la borreta, una cazuela de espinacas y bacalao, o los riquísimos pimientos rellenos de arroz.En cuanto a los postres, la localidad goza de una larga lista de recetas con siglos de antigüedad. Por ejemplo, las famosas yemas de huevo al fondant o los pasteles de boniato, las cocas de nueces, y les fogasses de Tots Sants –pueden ser de calabaza o de boniato-, que son típicas de la Cuaresma. Otra de las recetas que más nos gustan y que también se prepara en Cuaresma es la conocida como monjavina, almoixavena o coca de raíz. Como ya se deduce de su nombre, tiene su origen en la gastronomía árabe, como muchas otras recetas de esta zona. Además, si queréis repetir una vez visitéis la localidad, también podréis prepararla en casa, ya que es muy fácil de hacer. Solo se necesita un vaso de agua, uno de aceite de girasol, uno de harina y 6 huevos, azúcar y canela. Hay que poner a hervir el agua y el aceite en un cazo, y echar al momento la harina y un poco de sal. Luego se debe remover hasta que quede una masa, y dejar entibiar. Después echaremos los huevos uno por uno y removiendo, y finalmente volcaremos el resultado en una llanda o bandeja de hornear. Hay que cocer a 200 grados hasta que dore. La preparación de esta receta, además, está ligada a los productos autóctonos ontinyentinos, ya que se suele servir con miel por encima, uno de los famosos productos por excelencia producidos por el municipio.En vuestra visita, además de probar estos dulces, también os animamos a pasar por una pastelería llamada Hijos de Teodoro Mora, que fue antiguamente una cerería  fundada en 1759 y fueron proveedores oficiales de la Casa Real en el reinado de Alfonso XII. Qué mejor manera de disfrutar de un dulce sabiendo que se lleva preparando tantos siglos con tanto mimo y tradición.Como hemos visto, la cultura de un pueblo también está ligada a la comida. Es importante no solo mantener las tradiciones históricas y festivas, sino también las gastronómicas, porque forman parte de la idiosincrasia de un lugar. En este caso, Ontinyent es un ejemplo, ya que sus locales se han volcado con la recuperación de sus platos tradicionales basados en productos de la tierra. Esperamos que os gusten algunas de estas recetas –muchas transmitidas de generación en generación- y que os animéis a visitar un pueblo con tanta historia en estas fechas tan especiales. ¡Estamos seguros de que querréis repetir!Excursión navideña: nos vamos al yacimiento de La Covalta../../../../es/blog/Posts/show/excursion-navidena-nos-vamos-al-yacimiento-de-la-covalta-843Thu, 13 Dec 2018 13:39:46 +0100Diciembre es el mes de las comidas y las cenas navideñas por excelencia. Sin embargo, la implícita abundancia de comida de estas fechas no es una excusa para dejar de pensar de manera saludable. Por eso, las caminatas y excursiones pueden ser una actividad familiar perfecta para ayudar a rebajar la pesadez y mantener una vida activa también en esta época. Nosotros os animamos a coger las botas y la mochila y descubrir uno de los lugares más especiales de la Vall d’Albaida, el yacimiento de La Covalta, situado en la localidad de Albaida, a solo 25 minutos en coche desde la Finca Santa Elena.Una vez en la localidad de Albaida, partiremos desde el área recreativa El Clau y seguiremos la pista forestal hasta un cruce del camino, donde hay que torcer a la izquierda. Un poco más tarde comienza el sendero de subida, señalizado y definido, para llegar a la Cova Alta. La llamada Cova Alta es de donde reciben su nombre el yacimiento y la cima. Se trata de una cueva natural situada a unos 821 metros de altitud en la ruta, y desde donde las vistas del paisaje son espectaculares. Esta cueva también completa el yacimiento íbero, ya que, a pesar de que no se han hallado pruebas, se piensa que tiene las características idóneas para haber sido un lugar de asentamiento o refugio para los íberos de aquella zona, relacionado con el poblado.El yacimiento propiamente dicho está por encima de la cueva, a una altitud de 893 metros, donde encontramos los numerosos restos del poblado íbero, un lugar que fue habitado del siglo VI al siglo III a.C. Esta fijación de las fechas se debe también gracias a la relación de este poblado con otros de su entorno, como el de La Bastida de les Alcusses en Moixent o el de La Serreta de Alcoi. Con estos tiene algunas semejanzas, como la planimetría del terreno donde se asentaron. Se trata de una localización geográfica muy estratégica, de modo que los antiguos pobladores podían ver desde La Covalta todo el territorio –el Valle de Albaida al norte, Concentaina y la Canal d’Alcoi al sur-, especialmente con el fin de defenderse. Sin embargo, a diferencia de los otros dos asentamientos, los restos parecen revelar que fue La Covalta el más antiguo.En sus excavaciones –los primeros trabajos arqueológicos se llevaron a cabo en el primer tercio del siglo XX-, se descubrieron 83 estancias de planta rectangular y una muralla que protegía el poblado en sus partes más desprotegidas, incluyendo una torre de vigilancia. Su estructura urbanística era muy similar a otros poblados íberos de la zona: un área de viviendas organizadas en torno a una calle, casas rectangulares de adobe, piedra, y cañas y ramas para los techos. Asimismo, en el yacimiento se han encontrado un gran número de restos arqueológicos de gran valor, especialmente cerámica, pero también objetos de metal y hueso y otros importados gracias al comercio con otros pueblos.La cima de La Covalta, así, ha logrado ser no solo un lugar válido en sí mismo desde el que divisar todo el paisaje de los valles que guarda Albaida, sino que constituye especialmente un foco de investigación de gran valor histórico sobre el periodo y la cultura ibérica. Por todo ello, si os alojáis en la Finca, os recomendamos hacer esta excursión al yacimiento, un emplazamiento privilegiado que os dejará sin aliento por la visión de los paisajes en el camino, y que sobre todo conseguirá retrotraeros a épocas muy lejanas en el tiempo. ¡Esperamos que disfrutéis!Día de ruta en Banyeres de Mariola: recorriendo fuentes y manantiales../../../../es/blog/Posts/show/dia-de-ruta-en-banyeres-de-mariola-recorriendo-fuentes-y-manantiales-842Wed, 28 Nov 2018 18:42:12 +0100La naturaleza que rodea la villa de Banyeres es de lo más especial. Por eso, esta vez os traemos dos de las rutas senderistas que discurren por esta zona, y que destacan por su vegetación y tranquilidad. A través de ellas recorreremos esa geografía de sierra tan marcada por el río Vinalopó y el bosque mediterráneo. También encontraremos tesoros como excavaciones naturales en la roca, fuentes o miradores desde donde contemplar la unión de montañas del Valle de Biar, de Mariola y de Albaida. Desde la Finca Santa Elena, a solo media hora de trayecto de la localidad, os recomendamos estas rutas para vuestra escapada de fin de semana.En primer lugar, destaca la ruta PRCV-4, una ruta de corto recorrido perfecta para realizar con los más pequeños, ya que el terreno de la senda no tiene grandes accidentes ni pendientes, y existen varios lugares donde detenerse para descansar. Las fuentes y manantiales que hay a su paso aseguran buenos sitios para hacer una parada y recargar fuerzas. Esta ruta comienza en el propio cementerio de Banyeres, desde donde se cruza la carretera y se encuentra el primer cartel indicador. El camino nos lleva cerca de un depósito de agua y de una fuente, desde donde se continúa por una senda que lleva al río. Hay que seguir el barranco hasta la Font de la Coveta, lugar conocido por ser el nacimiento del río Vinalopó, aunque se trata en realidad de uno de los manantiales más importantes que lo alimentan.Después, continuamos por la antigua carretera de Alcoy-Banyeres y se sigue en dirección a Onil, cruzando un puente y desviándose hacia la izquierda el camino. Encontraremos también la llamada Font del Sapo, donde se puede parar a descansar, y seguiremos hasta la Font del Teularet de Roc, que tiene una interesante abertura en la roca. Desde allí es desde donde se baja por una senda al Molí de L’Ombría, un área recreativa con mesas, columpios y otros servicios para pasar un rato agradable, y donde también se encuentra una bonita fuente de agua. Cruzando el puente y caminando hacia la izquierda, finalmente se llega de nuevo al casco urbano de Banyeres.La segunda ruta de la que os vamos a hablar es la PRCV-313, que tiene un poco más de dificultad, y que se inicia precisamente al final de la ruta anterior, en el Molí de L’Ombría, que se encuentra a medio kilómetro del casco urbano de Banyeres. Desde allí, hay que subir el río por su parte derecha, encontrando al paso antiguos edificios industriales como el partidor de aguas. Después de una subida, hay que seguir el camino trasversal que surge y seguirlo por la izquierda hasta una zona de densa vegetación, donde se encuentra el llamado Barranquet dels Pinarets. Desde aquí, el área se convierte en un mirador natural desde el que contemplar el valle. Más tarde, iremos en sentido contrario a la Font de la Coveta, continuando por un ancho camino hasta una encina centenaria, otro de los grandes atractivos de la ruta. Hay que abandonar entonces el camino principal y seguir por la derecha, una senda ascendente done abundan los pinos y donde veremos al paso los campos de almendros y oliveras.Llegaremos así a la sierra de la Fontanella, y seguiremos encontrándonos con interesantes edificaciones, como el Mas de la Foia Rodona, ruinas de otras masías o un horno de cal. Después del horno, hay que abandonar el camino hacia la derecha para subir por un sendero algo empinado que nos llevará a La Blasca, la zona de más altura de esta sierra, desde donde el paisaje es espectacular. Desde allí, se debe bajar de nuevo y seguir el recorrido en descenso hasta el Mas de Perolit. Entonces hay que continuar por un camino ancho hasta ver la localidad de Banyeres a lo lejos y la Ermita del Santo Cristo. De forma paralela al río, veremos también las ruinas del Molí Pont y el Molí Sol, restos de la cultura industrial de Banyeres. Finalmente, atravesaremos un puente y llegaremos al punto inicial, el Molí de L’Ombría.Esperemos que os sirvan estas rutas y que lo paséis muy bien en vuestro recorrido. ¡Y no olvidéis contarnos la experiencia!Una fiesta de origen medieval: la Feria de Ontinyent cumple 600 años../../../../es/blog/Posts/show/una-fiesta-de-origen-medieval-la-feria-de-ontinyent-cumple-600-anos-841Wed, 14 Nov 2018 23:11:40 +0100Ontinyent, marcado su relieve montañoso por sus dos accidentes geográficos: la Serra Grossa y el río Clariano, espera impaciente la llegada de uno de los momentos más importantes del año, la Feria de noviembre. Del 17 al 19 de este mes, ontenienses y visitantes podrán disfrutar de la celebración en una ocasión única. Y es que la Feria cumple 600 años de vida. Esta localidad, a unos 20 minutos en coche desde Santa Elena, es una de las más visitadas de la Vall y os invitamos a que la conozcáis a través de una de sus fiestas más populares.Para escudriñar el origen de esta feria, hay que remontarse hasta el siglo XV, cuando Ontinyent era Villa Real del antiguo Reino de Valencia. Entonces, Alfonso V de Aragón –el Magnánimo o el Sabio-, le concedió el privilegio de celebrar una feria agrícola. Estas ferias, durante la Edad Media, servían como lugar de intercambio de mercaderes, y eran encuentros que solían activar el comercio local. Poco a poco se empezaron a ofrecer otros productos para la compraventa, además del fruto del campo, como el ganado. Y así, con el tiempo la localidad se convirtió en un lugar esencial para el comercio y la activación de la vida social. Una de las curiosidades más polémicas respecto a esta Feria hace referencia a la disputa que tuvieron esta localidad, Albaida y Cocentaina por las fechas de celebración de las ferias para su propia zona, lo que acabó despertando la competencia entre ellas, pues se trataban de los acontecimientos comerciales más importantes del año.Hoy en día, en esta celebración podemos encontrar una Feria que ha cambiado por completo. Es más moderna, con atracciones, casetas y paradas instaladas en un recinto delimitado. Pero el objetivo sigue siendo el mismo que en 1418: dar a conocer los productos autóctonos y todo lo que representa el pueblo, por lo que se ofrecen productos de calidad al público. Se trata de una Feria muy tradicional dentro de la Comunidad Valenciana, por lo que es especial en muchos sentidos.Tan integrada está la Feria en la sociedad onteniense, que ha influido incluso en su gastronomía. Un plato típico consumido con motivo de esta ocasión tan especial para el pueblo es la llamada “coca de fira”, que podréis encontrar si acudís a la Feria también con el nombre de “setas” o “coques de pebrassos”. Se trata de una típica torta de pasta seca con el famoso embutido onteniense: tocino, longaniza y morcilla de cebolla, pero que se diferencia de las demás por añadir las setas de pebrassos, propias de la temporada. Os recomendamos que la probéis y que hagáis vuestra propia receta, que ya os comentamos en un post anterior: http://www.fincasantaelena.es/es/blog/Posts/show/la-feria-de-ontinyent-y-su-quotcoca-de-firaquot-645Estamos convencidos de que junto a las otras numerosas fiestas de Ontinyent –Moros y Cristianos, la Purísima Concepción o el Cant de la Sibila, entre otras-, sin duda esta Feria, y debido a su aniversario, se hará todavía más conocida por su tradición y diversión, que ya atrae cada año a personas de toda la zona y también de las comarcas vecinas como La Costera, La Safor o La Ribera Alta.Por todo ello, desde Santa Elena os invitamos a que participéis en estas fiestas tan especiales y descubráis al mismo tiempo monumentos tan famosos de la localidad como sus iglesias, el puente de Santa María, el Pou Clar, las murallas o su casco antiguo, entre otros. ¡Estamos seguros de que querréis repetir el año que viene!Plan gastronómico en el norte de Alicante../../../../es/blog/Posts/show/plan-gastronomico-en-el-norte-de-alicante-840Wed, 31 Oct 2018 14:52:53 +0100En estos meses de frío apetece hacer otros planes en espacios cerrados, especialmente por las tardes. Así que los visitantes de la Finca Santa Elena están de suerte, ya que la masía queda cerca de muchos pueblos que vale la pena visitar, además de por su paisaje y monumentos, por su gastronomía típica, que mezcla la cocina mediterránea, las reminiscencias árabes y los productos frescos de una tierra fértil de campos y viñedos. Esta vez os hablaremos de las particularidades del norte de Alicante, donde se encuentran Agullent, Alfafara, Agres y Banyeres de Mariola, los más cercanos a la Finca, en los que os proponemos seguir una ruta de turismo rural y gastronómica como plan de fin de semana.Por ejemplo, en Alfafara, enclavado a los pies de la Sierra Mariola y a solo 25 minutos de la Finca, el principal producto que encontramos está muy relacionado con la economía agraria del municipio, que cultiva sobre todo olivos, árboles frutales y cereales. Allí, el aceite es el protagonista de las comidas, por lo que se utiliza para preparar algunas famosas salsas, como la llamada “pericana”, que se consume típicamente en toda la provincia y que también es muy típica de Agullent. Es una salsa hecha a base de abundante aceite de oliva, pimientos secos, y una variedad de pescado llamado capellans, como ingredientes principales. Se le añade también cebolla picada, ajo en láminas y cebollino o perejil. Es una guarnición perfecta para untar y mojar con pan, pero también es común acompañarlo con habas o con los pescados. Otra salsa deliciosa y típica es el llamado “espencat”, una guarnición o entrante que se acompaña de pan y que se cocina con pimiento rojo, berenjena, bacalao salado, ajo y, por supuesto, aceite de oliva.También es típica, en la localidad de Alfafara y Agres, la "borreta" de  bacalao con patatas, espinacas y ñora o pimiento picante, un plato perfecto para combatir el frío. "La sang amb ceba" o sangre encebollada, o el puchero de “pelotes o fasedures" –u olla amb pilotes-, que forma parte de la cultura gastronómica de Agullent y Alfafara, es un guiso en el que las pelotas o albóndigas elaboradas con carne se cuecen en un caldo de  cocido en el que no faltan garbanzos, zanahorias, patatas y otras verduras.El arroz, por supuesto, es también el protagonista en estas tierras por su extraordinaria y deliciosa variedad de recetas. El principal es el arroz al horno, también extendido en Terres dels Alforins y más allá, un arroz cocido a la cazuela de barro y siendo especialmente renombrado en su elaboración la localidad de Agres. También en este municipio, además de en Alfafara, encontramos típica la preparación del arroz con pencas, judías y nabos –o en valenciano, arrós amb penques i fesols i naps- , también un remedio estupendo contra las fechas más frías del año. Esta receta lleva como ingredientes fundamentales arroz, carne, pencas –el tallo de la acelga-, judías blancas, nabo, cebolla y ajo.  En Agulllent, también destaca la preparación de la paella, el arroz con acelgas –un arroz sin carne consumido antiguamente de manera habitual durante la Cuaresma- o el puchero.En Agres, encontramos también las tortas de harina con níscalos o rebollones o con sardina, y les bajoques farcides o pimientos rellenos de arroz –esta última una receta muy propia de esta zona del norte de Alicante-. En Banyeres de Mariola –a media hora escasa de la Finca- se han especializado en recetas como la "olla de carabassa" –un plato caliente de calabaza, nabos, patata, alubias y hierbabuena-, los "gaspatxos”, y las famosas coques fregides, entre otras especialidades.No podía faltar tampoco un buen postre en esta gastronomía tan variada. En Alfafara destacan la calabaza al horno, los pasteles de boniato, los buñuelos, la deliciosa torta Cristina -hecha con huevos, azúcar, almendra molida y ralladura de limón-, y que a nosotros nos encanta, o el llamado codonyat, los suspiros, o elscasquinyols –o carquiñoles-, pastas secas con almendras. En la respostería de Agullent encontramos dulces como rollitos de aguardiente y "pasteles de boniato". Para finalizar, para la digestión, no puede faltar la bebida tícpica de Banyeres: el licor de hierbas (herbero) procedentes de la Sierra Mariola.Pero esto no es todo. Muchas más recetas, coques, embutidos y dulces os esperan en estas y otras localidades cercanas a Santa Elena. Atreveos a disfrutar del turismo rural probando también un poco de la gastronomía de la zona, y nunca olvidareis los olores y sabores que os depara la tierra del norte de Alicante.Apoyando la contratación juvenil../../../../es/blog/Posts/show/apoyando-la-contratacion-juvenil-839Wed, 17 Oct 2018 18:38:41 +0200Se ha incorporado a la plantilla de Nobleza de la Tierra S.L. un nuevo jardinero para las Fincas, (Santa Elena y San Agustín). Nobleza de la Tierra, S.L. ha sido beneficiaria del FSE, cuyo objetivo es promover la sostenibilidad y la calidad en el empleo, y gracias al que ha procedido a la contratación de jóvenes beneficiarios del Sistema Nacional de Garantía Juvenil, apoyando la reducción de la tasa de desempleo juvenil en España a través del fomento de la contratación (1 de marzo de 2018). Para ello ha contado con el apoyo del “Plan de Capacitación – PICE” de la Cámara de Comercio de Valencia.    Siguiendo el agua: excursión al molino medieval de Alfafara../../../../es/blog/Posts/show/siguiendo-el-agua-excursion-al-molino-medieval-de-alfafara-838Mon, 15 Oct 2018 23:37:22 +0200Las localidades que se asientan en la Sierra de Mariola se han convertido en zonas muy transitadas por senderistas y todo tipo de visitantes dispuestos a descubrir la belleza tanto de sus cascos urbanos como de la naturaleza de su entorno. Por ello, esta vez os recomendamos desde la Finca Santa Elena una excursión que recorre la sierra y que es perfecto para pasar el día fuera de casa. Es adecuada especialmente para realizarla con niños, ya que no es un recorrido excesivamente largo –se tarda una hora a pie aproximadamente y media hora en bici-.El camino del que os vamos a hablar corresponde a las llamadas Rutas Azules de Alicante, que dibujan un recorrido de senderos unidos por el nexo común del agua: ríos, fuentes, manantiales o ramblas, guían a los senderistas por las calles de estos pintorescos pueblos de montaña y por el paisaje de la sierra. Por esa razón, es aconsejable hacer estas rutas después de algunos días de lluvia, con el fin de apreciar mejor los saltos de agua y las fuentes naturales.En concreto, esta excursión parte del municipio de Alfafara, a menos de media hora en coche desde la Finca, y tiene como punto final el llamado Molí Pantanet. Comenzamos la ruta donde se asienta una cruz de hierro sobre una base de piedra que se encuentra en el margen de la carretera que atraviesa el núcleo urbano, la CV-700. Hay que atravesar esta carretera para tomar un camino que desciende a la izquierda de un colegio.Un poco más adelante se podrá ver el primer punto de interés de esta excursión, que se conoce como el Pont Desolat o Romá. Sus dos nombres se deben a la confusión de su origen. Los habitantes de Alfafara creían que lo habían erigido los romanos, aunque en realidad es más adecuado situar su construcción en el siglo XVIII. Por su parte, después de un año de muchas lluvias en 1884, el puente sufrió varios daños en su estructura, lo que le dio el nombre de Pont Desolat. No hay que olvidar que debajo de él se puede ver el primer salto de agua de la excursión.Pasando el puente -construido para mejorar las comunicaciones de Alfafara- comenzamos a descender al valle, continuando por un camino asfaltado bajo el que antiguamente se hallaban las vías del ferrocarril conocido como Chicharra, que conectaba varias localidades alicantinas y murcianas. Una vez se atraviesa el paso del tren y el cruce de un cauce, se gira a la izquierda y un poco más adelante hay que salir del camino asfaltado e introducirse en una senda de tierra. Esta lleva, de manera paralela al cauce, hasta el azud del Molí Pantanet, el siguiente punto de interés. Un azud es una barrera que facilita el desvío del agua del río para el riego u otros usos, y es aquí donde se puede ver un fantástico salto de agua.Más tarde, se sigue por el mismo camino y pronto se encuentra un sitio apartado y recóndito en lo hondo de un pequeño barranco. Un lugar donde se encuentra el propio Molí Pantanet, que se cree que data de la Edad Media, y que está excavado en la propia roca, por lo que todo el entorno da un aspecto de pertenecer a una época mágica y detenida en el tiempo. Es aquí donde se desviaba el agua del río para moler el grano del trigo. Sin duda, el entorno natural que se ha apoderado de este antiguo molino harinero es un lugar perfecto para comer o merendar y relajarse después de la jornada. Para volver, simplemente hay que seguir la misma ruta de nuevo hasta Alfafara.Desde la Finca os animamos a que realicéis este recorrido, ya que es una de las rutas más especiales que discurren por la Sierra de Mariola. Calzaos las zapatillas y dejaos llevar por la belleza de los saltos de agua y del paisaje. El Camino del Alba, una experiencia de peregrinación en plena Vall d’Albaida../../../../es/blog/Posts/show/el-camino-del-alba-una-experiencia-de-peregrinacion-en-plena-vall-dalbaida-835Sun, 23 Sep 2018 00:16:46 +0200Los caminos y peregrinaciones de tipo religioso pueblan toda Europa, pero una de las más conocidas y recorridas es la del Camino de Santiago. Ya desde el siglo XI en época medieval, fieles católicos han recorrido el Camino de diferentes formas, convirtiéndolo en una de las rutas más realizadas de la cristiandad, junto con Roma y Jerusalén. Hoy en día no ha perdido su gran afluencia, poblada con peregrinos de multitud de países y nuevos itinerarios que han surgido por toda Europa y España. El secreto de su éxito es fácil de definir, y es que se trata de una experiencia no solo de tipo religioso, sino que también puede interesar por la aventura y a la vez la paz y tranquilidad que conlleva,  el encuentro y la mezcla de culturas,el deporte y el disfrute de la naturaleza.Pero el Camino, como hemos dicho, se ha dividido a lo largo del tiempo en muchos itinerarios y rutas, también en la zona de Levante, que forman parte de la peregrinación o la homenajean. Así, si os alojáis en la Finca Santa Elena, es una buena opción recorrer los paisajes de Terres dels Alforins, su cultura y su historia a través del llamado Camino del Alba. El Camino del Alba es una variante del Camino de Santiago y ofrece la realización de diferentes rutas por algunos términos de la comarcas de la Vall. Con este itinerario, podréis sentiros como auténticos peregrinos sin necesidad de ir muy lejos.Muchas de las personas que se desplazan a esta zona de Valencia ya la han recorrido. Se trata de una iniciativa que se crea en el año 2010 por parte de Xàbia. Son una serie de rutas que conectan con la variante sudeste del Camino de Santiago, también llamada Camino de la Lana, en origen una ruta que seguían todos los profesionales relacionados con la lana –recorriendo las tierras de La Mancha- y que desembocaba en Burgos, desde donde se unía con el Camino de Santiago.Existen varias rutas del Camino del Alba que pasan por varias localidades de la Vall, y que se pueden recorrer a pie o en bicicleta. La primera de la que os vamos a hablar esla que va de Ontinyent a Fontanars dels Alforins, con una distancia total de 25 kilómetros y una dificultad media. Hay que tener en cuenta que el itinerario a pie dura unas 6 horas y media, mientras que en bicicleta se puede tardar unas 3 horas en hacer el recorrido. Para realizar la ruta, hay que seguir la senda del Alba que parte de Ontinyent y ascender y cruzar el paraje de la Serra de l’Ombria, pasando por la conocida como Fuente de Gamellons y hasta Fontantars. Como se ha de cruzar por ambos pueblos, es una oportunidad estupenda para disfrutar de una excursión larga y de un poco de turismo local en estos pueblos tan conocidos.Otra de las etapas, de dificultad más baja, es la que empieza en el municipio de Fontanars y llega hasta La Font de la Figuera, cubriendo una distancia de unos 10 kilómetros que tarda en recorrerse 2 horas y media a pie y 45 minutos en bicicleta. Esta vez, lo que nos espera son los paisajes y el auténtico ecosistema mediterráneo de la Serra Grossa, a la que hay que dirigirse desde Fontanars. Esta es la frontera natural que separa la Vall d’Albaida de la comarca de la Costera, y en la que se puede disfrutar de barrancos, cumbres y una orografía modificada por las aguas del río Albaida. Sigue el Pla Mallaura, el paraje de Les Penyetes donde se encuentran los términos municipales de Fontanars, Moixent y La Font de la Figuera. Una vez desde este lugar, hay que tomar el Camino Viejo de Fontanars que conduce a la población de La Font de la Figuera, donde acaba la ruta.Para los que prefieren el cicloturismo, hay una tercera ruta que va de Agullent a Fontanars dels Alforins y que se añade a los itinerarios del Camino del Alba en bicicleta. Son 27 kilómetros en total, con unas tres horas de duración, en los que se recorre de Agullent a Ontinyent siguiendo la Senda dels Enginyers, y luego de Ontinyent a Fontanars siguiendo la carretera CV-655 y el conocido como Camino de Misa. Para ver los mapas de todas las rutas, podéis consultar la página web de Fontanars dels Alforins.A lo largo de estos caminos disfrutaréis de largas caminatas en el frondoso paisaje dels Alforins, de las visitas a los pueblos locales, y del deporte y la diversión en un día de ruta. Si os alojáis en la Finca u os encontráis cerca de esta zona dels Alforins, recomendamos organizar un día de excursión por una de las rutas del Camino del Alba. Vuestros pies peregrinos recordarán para siempre estas sendas. El santuario de Agres, un templo de peregrinación escondido en la Sierra de Mariola../../../../es/blog/Posts/show/el-santuario-de-agres-un-templo-de-peregrinacion-escondido-en-la-sierra-de-mariola-834Sat, 15 Sep 2018 23:26:54 +0200Este nuevo curso nos esperan muchas aventuras. Septiembre nos permite hacer excursiones sin el calor agobiante de los meses anteriores, y por eso es una de nuestras épocas favoritas. Desde Santa Elena os proponemos una escapada de finales de verano a uno de los pueblos que se encuentran cerca de la Finca, a solo media hora de trayecto en coche. Se trata de Agres, una pequeña localidad con mucho encanto y que esconde un tesoro arquitectónico único y bastante desconocido fuera de su comarca, Cocentaina.Agres está situado en el norte de Alicante, limitando su frontera con pueblos de los que ya os hemos hablado anteriormente, como Agullent, Benissoda, Bocairent o Albaida, entre muchos otros. El mismo pueblo es un destacado enclave de montaña, ya que se encuentra a una altitud considerable, unos 700 metros, entre la Sierra de Mariola y la Sierra de Agullent.Su particular geografía marca la construcción en este lugar de uno de los templos más bonitos y con más encanto de la Comunidad Valenciana: elSantuario de la Virgen del Castillo. Como si de una antigua fortaleza se tratara, el Santuario se alza en la cima del pueblo de montaña, siendo así además un mirador perfecto para contemplar la naturaleza que rodea Agres entre las dos sierras. Además, septiembre es el mes perfecto para disfrutarlo, ya que este es el mes en el que tienen lugar las peregrinaciones marianas en la localidad. En las misas de los domingos a mediodía es cuando se concentran más peregrinos devotos de la Virgen, además de los turistas y visitantes que llegan atraídos por la belleza del Santuario o de la naturaleza de Agres.Y es que este templo es centro de devoción desde su construcción en el siglo XV, y tiene su historia y sus propias leyendas. La tradición relata que en el año 1484, la Parroquia de Santa María de Alicante se quemó y que la imagen de la Virgen desapareció. Pero el día 1 de septiembre de ese año, la Virgen apareció en las ruinas del castillo musulmán de Agres, donde la encontró un pastor. Se cuenta que la Virgen le dio al pastor el brazo que le faltaba, siendo así este milagro la prueba de su advenimiento. Después, aunque la figura fue llevada a la iglesia del pueblo, volvió a desaparecer y a aparecer de nuevo en las ruinas del castillo, por lo que se pensó que era el deseo de la Virgen quedarse en ese lugar, y así se construyó allí una ermita para guardarla. Fue un siglo después, en 1577, cuando se decidió fundar un Convento de la Virgen del Castillo de Agres, debido a la afluencia de la peregrinación mariana a la ermita. Este fue habitado por franciscanos hasta el siglo XX. Se hicieron más construcciones y ampliaciones a la construcción original, y en los años 80 comenzaron las reformas del edificio para adecuarlo y evitar su deterioro.Si subís a pie hasta el antiguo convento disfrutaréis mucho más del paisaje que lo rodea, por su emplazamiento natural entre torrenteras y una frondosa arbolada. Algunas de las curiosidades más especiales dentro del Santuario son su pequeña iglesia a la que se accede subiendo una gran escalinata cubierta, y un recinto cerrado, muy bien conservado, que incluye un albergue de peregrinos que data de los primeros tiempos de peregrinación, cuando se construyó para los fieles que habían de hospedarse en la noche, ya que en aquella época las distancias entre pueblos tardaban días en cubrirse y los viajeros no podían volver el mismo día que llegaban.Seguro que en esta excursión, el paisaje y el magnífico templo os acabarán transportando a otra época.Experiencia interior en la Finca Santa Elena../../../../es/blog/Posts/show/experiencia-interior-en-la-finca-santa-elena-832Thu, 30 Aug 2018 01:38:06 +0200Con lo primero que relaciona una persona la Comunidad Valenciana es con el mar, sobre todo los que la visitan. Es cierto que la cercanía al Mediterráneo liga la comunidad irremediablemente con el mundo del mar y su costa, y así también con el turismo de playa que llega especialmente en verano. Sin embargo, y a pesar de la reconocida belleza del litoral, tenemos en la Comunitat mucho más que enseñar a los que vienen de fuera. Hay también en esta región paisajes naturales protegidos y multitud de tradiciones con encanto que conforman un tipo distinto de turismo, uno más rural, intimista y cercano, pero no por ello menos disfrutable. Todo ello conforma para quienes visitan el interior de la autonomía una experiencia única, muy valiosa también para sus habitantes, y llena de sorpresas que no se pueden encontrar en otro lugar.La Finca Santa Elena es un ejemplo de este tipo de turismo: es un establecimiento sostenible, con un edificio de arquitectura tradicional valenciana. El campo soleado y los cultivos de almendros y olivos en cultivo ecológico rodean el jardín de 14000 metros cuadrados de la Finca. Una auténtica Toscana Valenciana que puede disfrutarse especialmente con un atardecer desde el jardín.Fuera ya de las vallas, nos adentramos en Terres dels Alforins, una región plagada de caminos, rutas y senderos que harán las delicias tanto de los viajeros en familia como los grupos de aventureros más arriesgados. El montañismo, el senderismo o el cicloturismo son algunos deportes que se pueden practicar al tiempo que se aprecia un paisaje lleno de viñedos y plagado de colores. Además, la cercanía con la Serra de Mariola proporciona también una diversidad natural abundante. En esta región, entre la fauna pueden avistarse conejos, jabalíes, águilas, reptiles, perdices, etc., mientras que entre la flora se encuentran sobre todo cultivos como almendros, viña, olivos, pero también hierbas como romeros, tomillos, cañas, encinas, y muchas más, dependiendo de la zona. Rutas como la del Agua en Bocairent, la del Barranc de la Fos i dels Tarongers o la Ruta del Sant Cris, son solo algunas que se pueden recorrer y que desvelan los misterios del pasado agrícola de la Vall d’Albaida, con todo tipo de arquitectura agraria como antiguos puentes, masías y casas señoriales. También otras como el camino de la Bastida de les Alcusses, la ruta de la Vía Augusta, el sendero de la Font de la Figuera a Moixent, de gran recorrido… Hay multitud de caminos por descubrir. También podréis practicar el trekking acuático en río, ya que en la zona nace el río Vinalopó y transcurre el río Clariano, que erosionan la roca y crean una orografía perfecta para este deporte tan veraniego.Para un plan más tranquilo, la visita a los pueblos de esta parte del interior de la Comunitat es casi obligatoria. Estas tierras están llenas de historia y tradiciones que han dejado a su paso todos los pueblos que la han habitado, como los íberos, los árabes y los cristianos. De esta forma, los visitantes a los que les guste la historia también disfrutarán encontrando huellas de las civilizaciones anteriores, como poblados íberos o restos como Les Covetes dels Moros en Bocairent, antiguos graneros bereberes. Esta localidad, con su casco histórico tan bien conservado, es una de las mejores muestras de este recorrido histórico por la Vall, pero casi todos los pueblos de la región tienen algún secreto que desvelar: vida de los íberos, los romanos, la conquista cristiana y la expulsión de los moriscos, la revuelta de las Germanías, la Guerra de la Independencia… Tantos siglos de historia han dejado su huella en el arte y la arquitectura de sus localidades con murallas, torres, castillos, palacios señoriales y edificios religiosos, y también en la mentalidad de sus gentes, en antiguos oficios y en sus fiestas, de las que se pueden disfrutar todo el año.Pero otra importante influencia se encuentra en la agricultura, con una denominación de origen propia de vino y unas 81 bodegas, muchas con una tradición que se remonta al siglo XVIII, y de origen familiar, por lo que se recalca ese turismo cercano, también en el enoturismo. En su gastronomía, los platos más típicos de la región dels Alforins muestran una mezcla de influencias: el gazpacho manchego, la gachamiga,  el arroz al horno, la paella de carne, las setas, los dulces de influencia árabe con aceite y almendras... Hay muchos más y cada localidad tiene sus recetas propias, solo hay que atreverse a descubrirlas y probar.En una de estas experiencias de interior en els Alforins siempre habrá, a pesar de todo, algo más por descubrir, por probar y por hacer. Así que os animamos a que juzguéis por vosotros mismos y disfrutéis de la llamada Toscana Valenciana y sus tesoros naturales. Cata de vinos en Bocairent: experiencias nuevas para un antiguo arte../../../../es/blog/Posts/show/cata-de-vinos-en-bocairent-experiencias-nuevas-para-un-antiguo-arte-831Tue, 14 Aug 2018 15:22:07 +0200En la Finca Santa Elena nos volvemos locos por el vino, sobre todo por la gran cantidad de caldos que encontramos en Terres dels Alforins con Denominación de Origen (DO) y que dan la posibilidad de explorar los diferentes matices de esta tierra a través del paladar. Además, si se toma de manera equilibrada con una dieta adecuada y una vida saludable, el vino tiene múltiples propiedades beneficiosas para nuestro organismo. Y es que se han hecho muchos estudios que destacan sus ventajas para la salud. En cantidades moderadas, retrasa el envejecimiento, rebaja las posibilidades de sufrir un ataque al corazón, de padecer algunos tipos de cáncer o incluso la ceguera, entre otras.Por todo ello, qué mejor que practicar el arte de la cata. Desde la Finca Santa Elena os podemos organizar varias actividades durante vuestra estancia que tienen que ver con el vino. Además de la visita a bodegas de Terres dels Alforins, tenemos dos nuevas actividades perfectas para verano y para realizar en pareja, en grupo, o incluso en familia –ahora os contamos por qué-. Estamos seguros de que se convertirán en actividades necesarias en vuestro calendario.La cata se trata de una antigua práctica que se remonta casi a la producción del vino, y la enología, su ciencia, ayuda a su preparación, fabricación y proceso para que el caldo llegue a ser de buena calidad. Una información muy valiosa para las bodegas. Aunque, como también sabéis, catar el vino es todo un difícil arte que se cultiva con mucha práctica y tiempo. En la degustación de vinos hay varias fases que implican todos los sentidos: vista, olfato y gusto, normalmente en ese orden. Durante la ocasión, captareis aromas y sabores nuevos, pero no tengáis prisa por reconocerlos todos, ya que, como hemos dicho, la descripción de los sabores del vino necesita de un buen entrenamiento del catador.En esta actividad que os proponemos visitaremos la localidad con uno de los cascos antiguos más bonitos de la región, situado en un enclave montañoso con mucho encanto: Boairent. La ciudad sirve de telón de fondo para una de las catas, que tiene lugar en una de sus múltiples cuevas. Hasta los más nuevos en la materia podrán disfrutar de la experiencia, ya que la cata se realiza con el acompañamiento de un sumiller experto en los vinos dels Alforins. La experiencia también incluye un aperitivo de tapas con productos gourmet típicos de la zona mediterránea. Y si lo que queréis es que el plan sea perfecto, se puede optar por la música en directo con guitarra acompañando la ocasión, que seguro que añade el toque único al ambiente.Aunque, si la visita es en familia, tampoco se tiene por qué renunciar al buen vino y al arte de la cata. Mientras los adultos disfrutan y aprenden de cosechas, añadas, olores y matices, para los niños hay preparada una sesión de cine en 3D a la que no le falta detalle –con palomitas y bebidas incluidas-. Además, los más peques de la casa estarán atendidos y cuidados por una persona durante toda la película.Si ya os habéis imaginado allí, os aseguramos que la experiencia real es mucho mejor. Y recordad que desde la Finca Santa Elena os lo organizamos todo. ¡Animaos a probar el producto estrella de Terres dels Alforins! Tierra de batalla: las huellas de la Guerra de la Independencia en la Vall d’Albaida../../../../es/blog/Posts/show/tierra-de-batalla-las-huellas-de-la-guerra-de-la-independencia-en-la-vall-dalbaida-830Mon, 30 Jul 2018 14:36:58 +0200Las tropas francesas entraron en España el 18 de octubre de 1807 en lo que todos pensaban era una travesía para llegar a Portugal e iniciar su conquista. Pero los planes eran de Napoleón eran distintos. Habiendo renunciado Carlos IV y su hijo Fernando VII al trono, tenía vía libre para derrocar a los Borbones e instalar a su hermano en el poder. Pero no contó con que la población se revelaría…Puede que este relato ya lo conozcáis, ya que la Guerra de la Independencia Española (1808-1814) fue un conflicto fundamental de nuestra historia. Las batallas y la guerra de guerrillas se extendieron por todo el país. También en la Vall d’Albaida, donde la guerra tiene su historia particular. Te hablaremos de las huellas que dejó en esta tierra el conflicto y qué pueblos puedes visitar si te alojas en la Finca Santa Elena y quieres aprender del paso del enfrentamiento entre franceses y españoles en esta época convulsa en la Vall d’Albaida.En la comarca, la invasión duró unos 17 meses desde que las tropas extranjeras llegaron en 1812, y fue la zona por la que los franceses habían de pasar hacia Alicante para su conquista. Sin embargo, muchas de las poblaciones de la región organizaron resistencia, muchas veces liderada por la Iglesia. Se trataba de unas poblaciones especialmente pobres, que tuvieron que acoger a unos 1600 soldados. Los destacamentos del general Habert se establecieron en pueblos como Alfarrassí, Benigànim, Ontinyent, Albaida y Atzeneta d’Albaida. Mientras, en localidades como Bocairent, Aielo de Malferit, L’Olleria, Beniatjar, El Palomar, Bèlgida, Otos, Carrícola, Ràfol de Salem, entre otros, se establecían los focos de resistencia.Alfarrassí, por ejemplo, tenía una ubicación estratégica entre las montañas. La Plaza Mayor del pueblo sirvió a las tropas extranjeras como plaza de armas, y un paraje próximo al pueblo, como lugar de tiro de artillería. Albaida también adquirió un gran protagonismo durante la Guerra de la Independencia, ya que fue uno de los principales focos de lucha y resistencia armada.Por su parte, Adzaneta d’Albaida fue otro punto clave. En abril de 1812, tuvo lugar la Batalla del Raboser, un hecho histórico que aún se conmemora en las Fiestas de Moros y Cristianos del municipio. Los grupos guerrilleros, sin armas ni experiencia, que actuaban en las montañas, atacaron un destacamento que se encontraba allí, con un resultado desastroso para los locales. La batalla se conoce con este nombre porque el barranco del Raboser, en el término de Bèlgida, fue donde se replegaron los combatientes. Muchos fueron asesinados, muertos en combate o hechos prisioneros por la superioridad militar francesa. La represión posterior que aplicarían sobre la población también debilitó la comarca.Si os alojáis en la Finca Santa Elena, os invitamos a hacer excursiones por la zona y recorrer algunos lugares claves como las montañas, el barranco, o los pueblos que tuvieron destacamentos franceses. Con el encanto antiguo que tienen estas localidades, seguro que acabaréis imaginando con claridad todo lo que sucedió allí.Nuestro pasado mediterráneo: visita las ruinas íberas de Moixent../../../../es/blog/Posts/show/nuestro-pasado-mediterraneo-visita-las-ruinas-iberas-de-moixent-829Wed, 11 Jul 2018 22:48:14 +0200En Terres dels Alforins también se encuentran localidades como Moixent -a solo media hora de trayecto en coche desde la Finca Santa Elena-, que esconden grandes secretos y monumentos que visitar. Si te alojas con nosotros, no dudes en visitar esta localidad de la comarca de la Costera y uno de los lugares que te proponemos, sus ruinas íberas.La población de Moixent, que tiene unos 4300 habitantes, cuenta en su término municipal con uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la Comunidad Valenciana: elpoblado íbero de La Bastida de les Alcusses. Se trata de un asentamiento del siglo IV a.C. que se encuentra en el suroeste de la Serra Grossa, una cordillera que actúa de barrera natural entre las comarcas de la Vall d’Albaida y la Costera.Es un sitio que llama la atención por encontrarse sobre la cumbre de un cerro alargado y aislado –aunque se puede subir en coche hasta el aparcamiento que hay habilitado-. Desde la loma se puede contemplar las tierras circundantes del Pla de les Alcusses, de donde el poblado toma su nombre. Se trata de un lugar rodeado por un espacio forestal muy rico, de bosques de pino y matorral y desde donde apenas se divisan construcciones modernas, por lo que desde allí muy bien se puede imaginar cómo vivían los antiguos pobladores de esas tierras.De los íberos hablaron muchos antiguos escritores griegos, al menos desde el siglo VI a.C. para referirse a los habitantes del levante y el sur de la península ibérica, y así diferenciarlos del resto de pobladores que la ocupaban, sobre todo porque su cultura y costumbres eran distintas a las de los pueblos del interior. Sin embargo, en muchos de estos pueblos llamados “íberos” por griegos y romanos, la cultura ibérica no se repite de manera uniforme. Al parecer solo estaban conectados por una misma lengua, y sus culturas se mezclan, como es lógico debido al contacto, con las de otros pueblos.Las primeras excavaciones arqueológicas en el terreno comenzaron en 1928. Se trataba de un yacimiento en buen estado de conservación, y se descubrieron muchas piezas importantes como el famoso Guerrero de Moixent, que actualmente se encuentra en el Museo de Prehistoria de Valencia. También se encontraron planchas de plomo con escritura ibérica, armas o adornos. Más tarde, en 1990 se retomaron los trabajos en el yacimiento y se adecuó para que se pudieran realizar actividades y visitas guiadas. Todo con el fin de ponerlo en valor.Su estado de conservación permite ver todavía parte de su construcción original, como por ejemplo el zócalo de mampostería que se conserva de las antiguas murallas del poblado como sistema defensivo o el de las viviendas que se organizaban alrededor de una calle principal. También es interesante saber que este asentamiento tuvo una corta vida, según las investigaciones, y que fue abandonado a toda prisa, por causas aún dudosas, que dejan claro algunas pruebas como el hallazgo de joyas, armas y otros objetos personales en lo que serían las calles.Desde la Finca Santa Elena os animamos a ir al yacimiento. Es muy interesante y se puede seguir la historia fácilmente a través de unos paneles explicativos instalados. Además, también tendréis la oportunidad de ver una casa íbera reconstruida como hace siglos y a escala natural, utilizando los mismos materiales que usaban los íberos. ¿A qué esperáis para hacer un viaje en el tiempo? Turismo en Banyeres de Mariola../../../../es/blog/Posts/show/turismo-en-banyeres-de-mariola-828Wed, 20 Jun 2018 16:10:21 +0200Desde la Finca Santa Elena siempre nos ha gustado promocionar el turismo de los pueblos de la Comunidad Valenciana, lleno de tradiciones populares, fiestas y cultura propias. Esta vez os queremos hablar de Banyeres de Mariola, una localidad situada en el norte de la provincia de Alicante y que se encuentra muy próxima a la Finca, a solo media hora de trayecto en coche.Banyeres es una localidad que se sitúa en la comarca de la Hoya de Alcoy, con una población de unos 7000 habitantes. En la zona donde se encuentra se han descubierto restos de asentamientos que datan de la Edad de Piedra. Más tarde, varios poblados íberos y romanos completan la línea histórica del lugar. Sin embargo, el asentamiento actual, como ocurre con muchas de las poblaciones de la zona de Levante, es de origen árabe.Lo más destacado de la localidad en cuanto a monumentos, como puede verse contemplando simplemente su horizonte, es su famoso castillo, que ha sido en gran parte reconstruido pero que aún conserva algunos restos de la construcción primigenia. Con su gran altura, clave para las fortalezas de la época, y su torre almohade, expone claramente el dominio islámico de esta área. Erigido sobre el llamado cerro del Águila, el castillo es considerado un Bien de Interés Cultural.Otro interesante monumento del pueblo remite a la famosa leyenda de Sant Jordi, el Drac y la princesa. Es el monumento de Sant Jordi, que se encuentra a los pies del castillo y pretende conmemorar una antigua ermita situada en ese lugar, hoy desaparecida. Se representa en él a Sant Jordi atacando al dragón, que se encuentra ya a su merced. El lugar del monumento también es un mirador desde el que puede apreciarse el paisaje que rodea la localidad.La Iglesia de Santa María, por su parte, data del siglo XVIII, es de estilo barroco y se encuentra en la plaza mayor del pueblo. También encontramos la ermita de Santa María Magdalena, uno de los monumentos más antiguos de la localidad, aparte del castillo, ya que la fecha de su construcción se sitúa entre el siglo XIII y XIV.También en Alicante son famosas las fiestas, y Banyeres de Mariola no podía ser menos. Les festes de moros i cristians, que se celebran cada año del 22 al 25 de abril, son de Interés Turístico Nacional. Se hacen en honor a Sant Jordi, el patrón de la localidad. Son cuatro días de fiesta en los que los desfiles de comparsas, la música, el recorrido dels fanals, los actos en honor al santo y la representación de la conquista cristiana, entre otros acontecimientos, dan a estas fiestas el reconocimiento que tienen. Pero aquí no acaba todo, y es que en Banyeres se celebran también fiestas en honor de Santa María Magdalena. En verano, concretamente el 21 y 22 de julio, el pueblo vuelve a llenarse de alegría y de visitantes con la celebración de conciertos, pasacalles, correfocs, una misa y una procesión en honor de la santa. Es en la ermita de Santa María Magdalena donde tienen lugar muchos de los actos, por lo que el antiguo edificio toma relevancia en esa época del año.Creemos que la visita a Banyeres de Mariola puede ser una bonita excursión para hacer con familia o amigos, pasarlo bien y descubrir una parte más del territorio y la cultura de nuestra Comunitat. Os la recomendamos. Más información en www.banyeresdemariolaturisme.comActividades artesanales en la Vall d’Albaida../../../../es/blog/Posts/show/actividades-artesanales-en-la-vall-dalbaida-824Wed, 06 Jun 2018 14:33:50 +0200La Vall d’Albaida es una comarca llena de sorpresas. La comida, sus productos autóctonos o su historia nos pueden acercar a sus costumbres y tradiciones más arraigadas, muchas veces desconocidas pero no por ello menos apetecibles. Hoy queremos daros a conocer una parte más del corazón de esta zona, a través de su artesanía y artículos locales. Un itinerario por los productos locales de la Vall es una gran oportunidad para descubrir el valor de toda esta rica cultura y ponerse en contacto directo con su identidad.Se realizan aún hoy en día muchas actividades artesanales y elaboración de productos típicos en cada localidad. El textil, por ejemplo, siempre ha sido una de las actividades tradicionales de la comarca. Y no es solo un trabajo reciente, sino que se remonta a la Edad de Bronce en esta zona, siguiendo con la época de dominio islámico, cuando se desarrolló la manufactura textil de lana en Ontinyent y Bocairent. Los ríos que pasan por la comarca es una de las principales razones del desarrollo de este tipo de actividad. Y es que la construcción de infraestructuras hidráulicas ayudaba en la labor. Aunque se han sucedido muchos altibajos en esta actividad hasta la actualidad, hoy pueblos como Ontinyent, Aielo de Malferit, Agullent, Albaida –especializado en textil del hogar- y Bocairent –donde se continúan fabricando sus famosas mantas- continúan dedicándose al textil y los tejidos, y allí se pueden adquirir edredones, cubrecamas, sábanas y cualquier otro tipo de ropa de hogar.También son muy representativas de esta zona actividades tan antiguas y tradicionales como la cestería de mimbre. A pesar de la antigüedad de la cestería en la historia de la humanidad, nunca ha dejado de interesar al público. En Aielo de Malferit  se trabaja esta fibra vegetal desde principios del siglo XX, cuando se hacían fundas para las garrafas de vidrio y otros productos como roperos, baúles, butacas… En esta localidad todavía siguen dedicándose a ello algunos artesanos y se pueden comprar los cestos y muebles que fabrican a mano.Otras tareas dedicadas a las fibras vegetales son, por ejemplo, las que se realizan en localidades como Atzeneta de Albaida con el trabajo del esparto. Cuando hacía mal tiempo para salir al campo, era común que los agricultores  se dedicaran a trabajarlo. En esta localidad aún podéis encontrar en algunos talleres productos hechos a mano con esparto, como esteras o capazos, que se exponen en importantes ferias de artesanía.En Albaida, sigue siendo muy importante la industria de la cera. Las empresas de tipo familiar y tradicional se mantienen hoy en día. En el pasado, era utilizada cera de abeja para la fabricación de cirios para alumbrar el hogar. Hoy en día, se pueden adquirir velas de diseño, perfumadas y para rituales religiosos. En otra localidad, Agullent, además de ser también conocido por el textil y la industria de la cera, es sobre todo famoso por la fabricación artesanal de las pelotas para el juego de pilota valenciana. Es una tradición transmitida de padres a hijos y tienen el reconocimiento de los jugadores.De una rica cultura nacen los productos artesanales y típicos de un pueblo, a la vez que estos mismos ayudan a conservarla, a mantener técnicas tradicionales y la identidad comunitaria. Por eso, es necesario protegerlos y fomentarlos. No es solo bueno para la economía local de la zona, sino que además beneficia al comprador, que puede saber qué personas han creado los productos y de dónde vienen. Si visitáis uno de los pueblos de la Toscana Valenciana, os animamos a que descubráis también la artesanía local de la que os hemos hablado y a que os llevéis una grata sorpresa con ellos.Visitar Agullent: cuevas del Neolítico, gastronomía artesanal y templos medievales../../../../es/blog/Posts/show/visitar-agullent-cuevas-del-neolitico-gastronomia-artesanal-y-templos-medievales-823Thu, 31 May 2018 00:05:18 +0200Al pie de la sierra de Agullent, una de las últimas estribaciones de la sierra de Mariola, se encuentra el municipio que le da nombre a este sistema montañoso. La localidad de Agullent se sitúa en la parte centro-sur de la comarca de la Vall d’Albaida, y limita en la provincia de Valencia con Albaida, Ontinyent, Benissoda y Aielo de Malferit. A solo unos veinte minutos de la Finca Santa Elena, os está esperando un municipio lleno de encanto, de historia y rincones por descubrir. Además, la sierra con la que limita hace que sea un lugar muy rico paisajísticamente.Como todos los pueblos de la Vall, Agullent también tiene una interesante historia marcada por el dominio de varias civilizaciones a lo largo de los siglos, lo que le hace poseer una idiosincrasia especial, resultado de las tradiciones de varias culturas diferentes. Empezando por el Neolítico, época de la que datan algunos restos encontrados en el término, como la cueva del barranco de la Maciana. Es uno de los lugares ideales para hacer una excursión e imaginar cómo se vivía en otras épocas. Sierra adentro, también se puede llegar por un camino a la fuente de la Maciana, en el mismo paraje, un lugar natural de recreo famoso por ser un sitio fantástico para realizar picnics o como paso hacia la exploración del paisaje.Los restos encontrados de cerámica y alguna moneda de cobre de la época del Emperador Domiciano, hablan del asentamiento de las civilizaciones íbera y romana en Agullent. De hecho, se dice que la etimología del nombre de la población es de origen latino. Por su parte, de la dominación musulmana existen algunas referencias a una antigua torre defensiva, una alquería y una necrópolis, ya desaparecidas. Luego, como otras partes de Valencia, las tierras fueron conquistadas por Jaume I. En realidad, Agullent nació como pueblo Independiente en 1585, cuando Felipe II les otorgó el privilegio de desmembración jurídica para separarse de la Villa de Ontinyent –ya que estaban vinculados a ella-.El núcleo urbano del municipio está marcado arquitectónicamente por la Edad Media, que es cuando se empezó a conformar, debido al asentamiento de población en torno a la iglesia de Sant Bartomeu y el Molí Fariner, datados de los siglos XIV al XV. Recomendamos visitar este templo, de exterior sobrio e interior renacentista y barroco. Además, el molino puede visitarse también como museo. Recientemente restaurado, este edificio del centro urbano de Agullent alberga una colección de objetos, infraestructuras y maquinaria que se utilizaban para moler los cereales y separar el grano. Si tenéis pensado dar un paseo por los alrededores del casco viejo de la localidad, no podéis perderos la visita a este museo.Otros lugares que podéis visitar en el núcleo urbano del término es el Convento de San Jacinto, que data del siglo XVI al XVII y que está regentado por monjas de clausura. También la cava del Fornet de la Neu, resto del antiguo comercio de nieve, el ayuntamiento o el parque de la Font Jordana. Esta fuente de cinco caños cruza todo el centro histórico, y vale la pena visitarla, ya que data de tiempos de los primeros repobladores cristianos. De ella brota agua fresca y alrededor hay zona de juegos y es un lugar de recreo muy importante en la localidad. Además, desde la fuente encontramos senderos muchos de los cuales se adentran en la sierra y que invitan a seguirlos y pasear por sus parajes naturales. Tampoco se puede dejar de visitar las ermitas erigidas en honor a San Vicente Ferrer, patrón de la localidad al que se le tiene gran devoción: las ermitas Vella y Nova.Y, por supuesto, no podéis partir de Agullent sin probar su gastronomía. Igual que en el resto de la Vall, destacan las recetas típicas de la cocina valenciana, pero con las particularidades de la localidad. Embutidos artesanales –sobrasada, morcilla de cebolla, de carne…-, la cazuela de arroz al horno, la olla con “pilotes” o puchero, el arroz de invierno, y muchos más platos, es lo que podréis degustar entre su variada oferta gastronómica. ¡Y no olvidéis probar las pastas típicas como postre!Los Alhorines: valle agrícola y paisaje de aves../../../../es/blog/Posts/show/los-alhorines-valle-agricola-y-paisaje-de-aves-822Thu, 10 May 2018 00:08:32 +0200La geografía conforma espectáculos naturales tan bellos como los valles, lugares donde impera la naturaleza en su estado más puro, el aire limpio, el silencio lejos de las ciudades, llanuras y rincones de gran riqueza en flora y fauna. Como ya sabréis, la zona en la que se ubica la Finca Santa Elena es un área privilegiada, situada en lo que se conoce como Terres dels Alforins.Esta zona forma parte a su vez de una antigua zona geográfica con mucha más extensión que abarca varias regiones y que tiene su propia historia: el Valle de los Alhorines –o Vall dels Alforins en valenciano-. Este comprende los términos municipales de Caudete -en Albacete-, Villena -Alicante-, Font de la Figuera y Moixent en la comarca de La Costera, y Fontanars dels Alforins en la comarca de La Vall d’Albaida. La tradición y riqueza agrícola ya era muy fuerte en esta zona en la época del Al-Ándalus. Tanto que se convirtió en “granero estatal” dependiente de lo que se conocía siglos atrás como Ŝateba –Xàtiva-, que a su vez se encontraba dentro de la zona administrativa del iqlim de Medina Bilyāna –Villena-. El propio nombre de Alhorines deriva del árabe Al-hurī, que significa granero.Esta zona, como hemos dicho, tiene su propia historia. Una historia no precisamente tranquila y calmada, sino de conflictos por el control y las delimitaciones del terreno. Ontinyent, dentro de la Vall d’Albaida, forma parte muy importante de esta disputa. Y es que desde la reconquista de los Alhorines de Poniente, esta zona concreta del valle ha sido reclamada tanto por Ontinyent como por Villena, y se transformó en un conflicto abierto de limitación geográfica también entre Villena y Caudete. Ontinyent se quedó finalmente con la parte oriental de los Alhorines, hasta que en 1927 se separaron algunas partidas y se creó un nuevo municipio, Fontanars, ahora llamado Fontanars dels Alforins.Los conflictos por esta tierra no son de extrañar cuando conocemos el gran valor ecológico, agrícola y paisajístico del valle. Especialmente en la región que rodea la Finca, el paisaje agrícola es muy marcado, parecido al de la Toscana, pues las tierras suelen estar distribuidas en parcelas pequeñas –separadas por setos-, donde se cultiva cereal, vid y árboles frutales. De hecho, esta área es llamada la Toscana Valenciana por su gran parecido paisajístico con la región italiana, donde abunda la vegetación y el horizonte está marcado por las llanuras, el colorido de los viñedos y las suaves ondulaciones del terreno.Además, también los amantes de los animales encontrarán esta zona muy interesante. La fauna que podemos encontrar en el Valle está formada por pequeños herbívoros, reptiles y carnívoros como los zorros. Pero, sin duda, podemos decir que  las aves son las dueñas de estas tierras, especialmente las pequeñas rapaces. Encuentran allí refugio para sus nidos unas 18 especies de aves, entre las que se encuentran algunas tan conocidas como el búho real, el águila real o el halcón peregrino.La zona en la que se encuentra la Finca Santa Elena es, como se ve, un área privilegiada marcada por la tradición del Valle de los Alhorines y una riqueza agrícola y natural que se ha perpetuado con el paso de los siglos. Por eso, además de disfrutar del paisaje y grabarlo en la memoria, es casi obligatorio captar con la cámara el paisaje dels Alforins y llevarse un bonito recuerdo de la Toscana Valenciana. Os recomendamos observar uno de sus atardeceres, cuando tanto la tierra como el cielo se llenan de colores. La Cueva de l’Avern: leyendas y misterios en Ontinyent../../../../es/blog/Posts/show/la-cueva-de-lavern-leyendas-y-misterios-en-ontinyent-816Mon, 30 Apr 2018 02:43:16 +0200Desde tiempos remotos, las comunidades humanas han tenido su propio imaginario colectivo y han transmitido sus enseñanzas de generación en generación y con diferentes intenciones. Pero la comunidad no solo vive de saberes cotidianos. La cultura de una sociedad está conformada también de relatos transmitidos -muchas veces de manera oral-, leyendas y narraciones que conforman la identidad de un pueblo, plagadas de magia y misterio.En la Vall d’Albaida no faltan este tipo de relatos propios del saber popular. Relatos casi fantásticos que se quedan sin resolver, en el límite del misterio, y que, por supuesto, despiertan curiosidad y fascinación. Por eso, os queremos hablar de uno de los lugares de la comarca que más historias populares puebla. La Cova de l’Avern –cueva del averno o del infierno, en castellano- en Ontinyent. Su propio nombre ya da una pista de lo que se cuenta alrededor de ella… Para llegar a la cueva, existe la senda de la Cova de l’Avern, que aprovecha también la cercanía con la ermita de Sant Esteve.Es fácil deducir que la base y telón de fondo de estas historias es sin duda el propio paisaje de la zona. Y es que el relieve tan montañoso propio de la localidad crea rincones agrestes, oscuros y desconocidos. La Sierra Grossa, de hecho, limita con la comarca en la zona oeste. La primera parada en nuestro recorrido por la senda se hace en la ermita de Sant Esteve, situada sobre el valle, lo que la convierte en un mirador privilegiado desde el que se contempla una panorámica excelente del paisaje de la comarca. Esta ermita data del siglo XVII y depende de la asociación de Llumeners de Sant Esteve.Es detrás de la ermita donde comienza el camino para ir a la cueva. Hay que seguir la pista para subir a la Balarma, y desde ahí hay que recorrer aproximadamente un kilómetro hasta que lleguemos a una recta, donde comenzarán las señalizaciones indicando la senda que nos llevará a la cueva en unos diez minutos. Finalmente se llega a la zona del Barranc de l’Infern, donde se encuentra la famosa Cova de l’Avern, y donde acaba esta senda. En la cueva encontraremos tortuosas galerías que se adentran en la montaña. Y aquí es donde comienzan las leyendas y los rumores. Y es que se especula con su longitud y su conexión con otras cuevas, incluso con algunas que llegan al mar. Sin embargo, sin duda, lo más inquietante son las leyendas que dicen que en esta cueva oscura se pueden escuchar aullidos, lamentos, lloros y gritos. También dicen que dentro tienen lugar sucesos extraños: los relojes se detienen, las linternas no funcionan, las brújulas confunden el norte y las fotos salen veladas. Ver luces o sentir la temperatura en demasiado contraste con el exterior son otras de las historias que avisan a los visitantes que se adentran.Aunque se han realizado estudios en la cueva sobre estos extraños sonidos y sucesos, no se ha llegado a conclusiones claras. Por todo ello, también se dice que por miedo al misterio del Barranc de l’Infern, la propia ermita de Sant Esteve fue construida precisamente en la cumbre –por orden del Santo Oficio- para alejar los malos espíritus o espíritus diabólicos. No sabemos si estos sucesos se producen solo por la propia sugestión y el miedo a la oscuridad o si nunca ocurrieron, pero los propios Llumeners de Sant Esteve cuentan que en una excursión de un grupo de amigos, dos chicas salieron al exterior después de ver que dos ojos rojos las observaban en la oscuridad desde el techo de la cueva…Nosotros solo os hemos contado las leyendas populares que conoce todo onteniense que se precie. Vosotros decidís si creerlas o no. ¿Os atrevéis a adentraros en uno de los rincones con más misterio de la Vall d’Albaida? Los ríos de la Vall: fuentes de vida y paraje natural../../../../es/blog/Posts/show/los-rios-de-la-vall-fuentes-de-vida-y-paraje-natural-815Tue, 10 Apr 2018 00:53:18 +0200El agua fue uno de los recursos que tomó parte fundamental en el surgimiento de las primeras civilizaciones. Las poblaciones sedentarias buscaban el amparo de ríos y lagos, que ayudaban a que se desarrollaran sus cultivos y atraían a animales para la caza. El agua permitió así el desarrollo de grandes ciudades y dio paso a la vida comunal y urbana. Así pues, el agua dulce ha jugado un papel clave en el desarrollo de las poblaciones humanas. Podríamos decir que lagos y ríos son auténticas fuentes de vida, con significados muy valiosos para la supervivencia humana y como parte de su universo simbólico.Los numerosos pobladores humanos que han ocupado la zona de la Vall d’Albaida y las comarcas circundantes -iberos, romanos, musulmanes…- también se establecieron por una razón. Y es que el río Albaida y su afluente principal, el río Clariano, han sido fuente de abundancia y riqueza para la tierra, por lo que las civilizaciones han captado las ventajas de permanecer en Terres dels Alforins. Los ríos han erosionado y modelado la tierra, y han contribuido al surgimiento de una flora y fauna abundante y diversa. Si te alojas en la Finca Santa Elena, podrás disfrutar del hermoso paisaje que dejan estos ríos a su paso y de las rutas que ponen en valor la importancia del agua en esta área valenciana.Como hemos dicho, las dos corrientes fluviales que recogen las aguas superficiales de casi toda la comarca son el río Albaida y su principal afluente, el río Clariano en Ontinyent. El río Albaida es un afluente del río Júcar, y nace en la Sierra de Benicadell. La misma Vall d’Albaida le debe su nombre a este río, que cruza de sur a norte la comarca, pasando por los municipios de Albaida, Bufali, Montaverner y Bellús.Por su lado, en el término de Bocairent –a unos 23 minutos en coche de la Finca-, nacen tanto el río Clariano como el Vinalopó. Desde el cerro de Sant Jaume se puede ver la divisoria entre ambos ríos. El Vinalopó sigue su curso desde su nacimiento en Bocairent hacia Banyeres de Mariola y al resto de pueblos de la provincia de Alicante. El río Clariano, por su parte, que tiene una longitud de 40 km, ha sido muy importante para el municipio de Bocairent. Ha sido el motor de desarrollo tanto agrícola como industrial de la localidad. Su fuerza ha sido utilizada desde los árabes, con el invento de los sistemas de riego, hasta la época industrial. Fábricas de todo tipo florecieron en la zona con la energía procedente del agua: de harina, de papel, de textil… Pero con la llegada de la electricidad, esta fuente de energía se fue abandonando.Hoy en día, en la ribera del río pueden verse muchos antiguos molinos hidráulicos, como el molino delPontarró y el molino Viejo o molinet, el molino de la Cova d’En Gomar –el más antiguo, que data del siglo XIII-, el molino de Luna, el molino de Eduardo Juan o el molino de la Rueda –se usó para fábrica de tejidos y de tintes, época de la cual todavía se puede ver la rueda vertical que le da nombre-, entre muchos otros. Las rutas y paseos por la ribera del Clariano –como por ejemplo la Ruta del Agua o el paseo por la ribera del río, entre otros- os permitirá reconocer los parajes fluviales de gran belleza conformados por los ríos y admirar la abundancia de vegetación. Otra conocida ruta, la de los Pueblos del Río, sigue los cursos del río Albaida y el río Clariano a través de los pueblos de Montaverner, Alfarrasí, Benisuera, Sempere, Guadasséquies y Bellús.Siguiendo al Clariano desde Bocairent, este desciende hasta el conocido como Pou Clar, en Ontinyent, un conocido lugar de recreo sobre todo en verano, donde tanto vecinos del pueblo como forasteros acuden a bañarse en sus frescas aguas. Además, muy cerca se encuentra la llamada pineda de Galindo, con mesas para ir a comer o hacer un alto en el camino para reponer fuerzas. En la Vall, y siguiendo su curso, el Clariano atraviesa también los municipios de Aielo de Malferit, Ollería y Montaverner, donde confluye con el río Albaida.Los ríos que recorren las laderas de esta comarca forman ya parte de la cultura de sus pueblos y de su modo de vida, como lo han hecho a lo largo de los siglos. Si quieres descubrir su belleza y secretos, te animamos a calzarte las zapatillas y recorrer las rutas y senderos que ponen en valor estos parajes. Las collas de campaners de la Vall d’Albaida: el oficio que rescata la identidad de un pueblo../../../../es/blog/Posts/show/las-collas-de-campaners-de-la-vall-dalbaida-el-oficio-que-rescata-la-identidad-de-un-pueblo-814Tue, 27 Mar 2018 17:11:07 +0200La Vall d’Albaida es una comarca donde la tradición y la modernidad se unen para ofrecernos lugares de contrastes, de variedad, de historia y cultura difíciles de encontrar en otro lugar. Esa mezcla es la que hace especiales a los pueblos de la Vall, que al mismo tiempo que miran hacia el futuro, tampoco renuncian a las preciosas costumbres del pasado que forman parte de su identidad.Es el caso de uno de los oficios más antiguos que existen: el de campanero. Las iglesias han sido históricamente el centro neurálgico en torno a las cuales giraba la vida cotidiana de las gentes. Y el toque de las campanas era fundamental para obtener información: el anuncio de misa, de las fiestas o de un fallecimiento, según el sonido, que podía variar mucho, dependiendo de la ocasión.En las villas de Ontinyent y de Albaida, a escasos 20 y 30 minutos en coche desde la Finca Santa Elena, respectivamente, la tradición del toque manual de campanas tiene orígenes históricos y forma parte del patrimonio cultural tanto de la comarca como de todo el territorio valenciano. Por eso, en ambas localidades encontramos las collas de campaners, que quieren salvar del olvido este oficio y el sonido de las campanas.La recuperación de la tradición en OntinyentLa Colla de Campaners de Ontinyent fue fundada como asociación cultural hace ya más de veinte años, en 1994. Antes de eso, la electrificación de las campanas de las iglesias, igual que en Albaida y en muchos otros pueblos de España, hizo que el oficio de campanero fuera desapareciendo, pues su automatismo hizo que la acción manual fuera innecesaria. Fue pasando el tiempo, y llegó el 750 aniversario de Ontinyent, con motivo de su nombramiento como Vila Real –fue en el año 1244 cuando Ontinyent fue conquistada por las tropas de Jaime I e incorporada al Reino de Valencia-. Fue en ese año, como hemos dicho, en 1994, cuando laAsociación de Gegants i Cabets, junto con la ayuda de otros grupos del pueblo, decidieron volver a accionar de forma manual las campanas de la torre del campanero de la Vila para celebrar este evento. Este fue el principio de la recuperación de las prácticas de un viejo oficio.Más tarde, a partir de 1999, la Colla se encargó además de recuperar el Ball dels Cavallets d’Ontinyent, un baile procesional que ahora mantiene y promueve la organización local, después de ser olvidado durante 70 años. Este consiste en la representación de una danza guerrera tal y como se hacía en la época barroca, con atrezzo de espadas y caballos, y que simboliza la lucha entre las tropas ontenienses contra las turcas en la Batalla de Lepanto a finales del siglo XVI. Ocho niñas y niños, cuatro de cada bando, se encargan de meterse en la piel de los guerreros cristianos y musulmanes. Este baile forma parte de las celebraciones del Corpus Christi y la Purísima Concepción, pero también se realiza en otras procesiones y ocasiones importantes.Sin embargo, el grupo se encarga de otras muchas tradiciones y actividades durante el año. Todas ellas, igual que con el Ball dels Cavallets, orientadas a ayudar a que las tradiciones se vayan manteniendo en el tiempo y volviendo a incorporarlas así a la cultura popular de generación en generación. Y además, que pretenden hacer conocer a los propios habitantes del pueblo una pequeña parte de su idiosincrasia. Por ejemplo, cada 22 de diciembre desde el año 2000, en la Iglesia de l’Assumpció de Santa Maria d’Ontinyent se representa lo que se conoce como el Cant de la la Sibil·la, un canto religioso de origen medieval que trata sobre el juicio final. La asociación participa en la organización de este drama litúrgico. Asimismo, la Colla realiza visitas al campanario de la Vila –entre ellas visitas nocturnas-, jornadas de puertas abiertas y actividades para niños. Además, su “campanar móvil” les permite realizar la muestra del volteo de campana tradicional y de la variedad de toques que hay, en calles y plazas de todos los pueblos a los que acuden, dando así a conocer la tradición.Albaida: un museo propioAlbaida es otro de los pueblos de la Vall donde el toque de campanas es tradición. Pero, a diferencia de otros lugares, en Albaida no se ha interrumpido el toque manual de las campanas desde el siglo XIII, y es Bien de Interés Cultural Inmaterial desde 2013. Además, ya hay un proyecto en marcha para crear un Museo Internacional del Toque Manual de Campanas (MITMAC) en la localidad, del que Albaida se ha convertido en sede por derecho propio. El museo, impulsado por la asociación Campaners d’Albaida, también incluirá una escuela de campaneros.La asociación de campaneros de Albaida, que actúa principalmente en dicha población, está formada por personas de todas las edades, que se dedican no solo a interpretar los toques, sino también al estudio de los distintos sonidos, la restauración, y la conservación de la tradición. Durante el año, aparte del toque y volteo de campanas, realizan tareas tales como el mantenimiento del campanario, engalanan el campanario con palmas en Domingo de Ramos o cuelgan la estampa de Jesús en Navidad, entre otras.Pueden interpretar la increíble cifra de 3200 tipos de toques, repiqueteos o volteos a lo largo del año. Entre los campaneros, consideran las campanas como instrumentos musicales con significado a largo de la historia para las sociedades pasadas, y ahora presentes. Nombres tan distintos como “vuelo de procesión”, “repiqueteo de la Puríssima”, o toque del Capvestre, son algunos de los sonidos que se pueden escuchar desde los campanarios que controlan ambos grupos de campaneros modernos.Las colaboraciones con otros grupos de campaneros de diversas poblaciones de la Comunitat son también muy frecuentes entre las nombradas colles. Bocairent, Otos, o los Campaners de Moixent, ya en la comarca de la Costera, son solo algunas de las más cercanas.Si os quedáis en la Finca, podéis aprovechar para disfrutar de alguna de las actividades que llevan a cabo los campaneros de la Vall y hacer turismo en las localidades. Para conocer más detalles sobre sus actividades y su calendario para esta Semana Santa, podéis visitar la página web de ambas asociaciones:www.colladescampaners.es (Colla de Campaners de Ontinyent) En su página web en el apartado de “tocs: repics y vols”, podéis ver su calendario de toques, por ejemplo en esta Semana Santa, donde harán el toque tradicional de campanas en campanarios de toda la comarca.http://www.campanersalbaida.es (Colla de Campaners de Albaida)